Protocolo de exploración de hígado
Protocolo de exploración de hígado
Para la exploración del hígado utilizaremos una sonda convex de baja frecuencia (2,5-5 MHz) y se solicitará al paciente que ingiera alimentos sin grasa el día antes del examen, con un ayuno de 8-12 horas antes del mismo.
Posición del paciente y visualización
Con el paciente en decúbito supino conoceremos la localización hepática y sus relaciones. En los cortes transversales y longitudinales, se visualizan la piel, el tejido celular subcutáneo, músculos rectos del abdomen, el diafragma, el pulmón derecho y el corazón. Las estructuras intraabdominales se ven posteriores al hígado.
Evaluación ecográfica del hígado
Realizaremos cortes longitudinales desde la línea media hacia la zona lateral derecha del cuadrante superior derecho del abdomen, siguiendo el borde costal. En ocasiones, en pacientes obesos o con mucho aire abdominal, se usará la vía intercostal. La inspiración profunda puede facilitar la visualización del hígado al descender el diafragma.
Para completar la exploración, se harán cortes transversales y oblicuos, comenzando en epigastrio, con mínimas variaciones en el desplazamiento del transductor para visualizar el LHI, pedículo hepático, venas suprahepáticas y sistema excretor biliar.
Descripción ecográfica del hígado
El hígado normal presenta una ecoestructura homogénea, similar al bazo pero algo más grande que la corteza renal. Se observan áreas anecoicas redondeadas o lineales correspondientes a las venas. Las venas porta tienen «pared ecogénica» rodeada de tejido colágeno.
En los cortes transversales a nivel epigástrico, se visualiza el ligamento redondo y, en un corte oblicuo, se pueden identificar las tres ramas suprahepáticas confluyendo hacia la vena cava.
Consideraciones finales
Es importante explorar el hígado en su totalidad, verificando su contorno y estructuras adyacentes con precisión.
Artículo escrito por el Dr. Alejandro Erazo
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