Tendencias de la Mortalidad por cáncer de Mama en México, 1980-2009
Las glándulas mamarias se localizan en el tejido subcutáneo, constituidas de tejido parenquimatoso, que se divide en un número de entre 15 a 20 lóbulos. A su vez, cada lóbulo está formado por una serie de conductos intralobulillares que desembocan en los conductos galactóforos que se vierten a nivel del pezón.
Se ha determinado que algunos tipos de núcleos que en las células normales se encuentran enmascarados por la adición de algunos azúcares, quedan expuestos en la superficie celular, resultando en la formación de nuevos antígenos asociados al cáncer. La expresión del antígeno sialil-Tn se ha asociado con carcinomas, por ejemplo.
Existen O-glicanos que algunas veces están unidas a glicoproteínas que pueden ser expresadas en las membranas celulares, lo que permitiría la búsqueda de nuevos marcadores glicosilados para la detección del cáncer de mama en sus fases iniciales en donde los métodos histológicos no logran determinar la morfología celular.
Las galactinas, son una familia de proteínas extremadamente conservadas a través de la evolución que participan en diversos eventos biológicos, han sido involucradas en fenómenos de inmunomodulación, adhesión celular, regulación del crecimiento y en fases de proliferación.
La galactina-3 es hallada en el núcleo de los fibroblastos 3T3 de ratones en 1986. Funciona como un receptor para ligandose que contienen poli-acetil-galactosamina, normalmente se encuentran en macrófagos, células dendríticas y células de Kupffer.
El papel de la galectina-3 en el desarrollo de cáncer, se debe a la participación en varios mecanismos como: Adhesión célula-célula, interacción matriz extracelular-célula, apoptosis y angiogénesis.
La detección de la galectina-3 en circulación se realiza por medio de la prueba de ELISA, por lo que se podría convertir en una prueba de rutina, junto con el ultrasonido mamario y la mastografía, para la detección oportuna del cáncer de mama.
El cáncer se encuentra entre los primeros padecimientos que destacan en el panorama epidemiológico mundial, se ubican como la principal causa de mortalidad en el mundo con 7.6 millones de defunciones, de las cuales, 460,000 fueron por cáncer de mama.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres con un 16% de todos los cánceres femeninos. En México, desde 1990 los tumores malignos representan la segunda causa de muerte en la población en general y su aumento ha sido sostenido y el índice de incremento de la mortalidad en mujeres por cáncer de mama ha sido constante y a partir del 2006, han superado las causadas por cáncer cervicouterino, teniendo registro de 1206 muertes en 1980, a 4897 en el 2009.
Estudios demuestran que el cáncer de mama está asociado a factores ambientales como el estado nutricional, la exposición a pesticidas el consumo abundante de grasa animal y no haber amamantado. La tendencia ha pasado de una tasa estandarizada de 11.7 fallecidas por cada 100,000 mujeres en 1980, a 17 en 2009, con mortalidad más elevada en mujeres de 75 años en adelante, y a partir del año 2000 se ha visto como la tasa de mortalidad en mujeres de entre 35 a 52 años ha disminuido.
Baja California es la entidad con la tasa más alta, con 20,2 mujeres por cada 100,000, mientras la tasa más baja la tiene Guerrero con 1,8, por lo que se puede observar que presenta diferencias considerables norte-sur, al igual que los países desarrollados.
La tendencia ascendente generalizada de la mortalidad por cáncer de mama podría deberse, entre otros factores, a las carencia de infraestructura para el tamizaje y tratamiento, dando como resultado las dificultades en cuanto a la detección y manejo oportuno de esta neoplasia en México.
Me parece un artículo importante para entender la importancia de la detección oportuna de esta enfermedad, así como el conocimiento epidemiológico que nos demuestra que en México no existe la estructura necesaria aún para determinar y estadificar este tipo de enfermedades, hablando desde terrenos médicos, diagnósticos pero también los sociales, ya que en la práctica diaria, existen aún mucha incertidumbre y poca creencia y conocimiento sobre este tipo de enfermedades que en su mayoría en etapas tempranas pueden parecer silenciosas. Más que un artículo meramente epidemiológico, creo que demuestra y desnuda la poca conciencia que tenemos como sociedad y como médicos en estos temas.
Artículo escrito por el Dr. Roberto Mora Hernández