Ultrasonido Pobre en el Rastreo de Niños con Fiebre
El Ultrasonido Renal y Vesical (RBUS), es una herramienta pobre para el rastreo de anormalidades genitourinarias identificables en el Cistouretrograma de Vaciamiento después de Infecciones febriles del Tracto Urinario en niños.
Ni ultrasonidos positivos ni negativos confiablemente identifican o descartan anormalidades GU.
Los investigadores rastrearon 3,995 registros médicos entre Enero 1 de 2006 y Diciembre 31 de 2010, en los cuales VCGU y RBUS fueron realizados a pacientes en un mismo día. Seleccionaron solamente aquellos con UTI como una indicación para el estudio de imagen. Entonces, colocaron tanto el RBUS y el VCGU en 4 categorías, basadas en el tipo de anormalidad GU. En caso de Reflujo Vesico-Ureteral se usó el Sistema de Gradación Internacional en 5 Puntos.
Los investigadores identificaron 2,259 niños menores a 60 meses, a quienes se les indicó estudios de imagen por UTI. Dependiendo del disparador, RBUS tiene un rango de sensibilidad del 5% al 28%; con la sensibilidad para VUR de grado mayor al grado 3, con un rango de 18% a 55%.
Hubo 1,230 niños de 2 a 24 meses, a quienes se les realizaron estudios de imagen después de una UTI inicial. El Valor Predictivo Positivo del RBUS en este grupo fue de 37% a 47% para VUR mayor del grado 2, y de 13% a 24% para VUR mayor que el grado 3, con Valores Predictivos Negativos en rangos de 72% a 74% (VUR mayor que el grado 2) y 95% a 96% (VUR mayor que el grado 3).
Un RBUS negativo no descarta patología GU significativa (particularmente VUR Grado III o mayor), mientras que un RBUS positivo es un pobre predictor. El RBUS es inadecuado para el rastreo de VUR.
Las Guías de la Academia Americana de Pediatría de 2011 recomiendan el RBUS para rastrear anormalidades GU en niños de 2 a 24 meses con UTI documentada. Sugieren una observación cuidadosa. El RBUS para el rastreo de VUR de alto grado con VCUG es recomendado solamente después de una segunda UTI. El RBUS Temprano está recomendado para la identificación de daño parenquimatoso y uropatía obstructiva asociada con infección, pero, la observación cuidadosa es recomendada para el VUR.
Las Guías Clínicas de 2011 de la Academia Americana de Pediatría manifiestan que el Ultrasonido Renal y Vesical debe ser realizado después de la primera Infección del Tracto Urinario en niños más pequeños, con un Cistouretrograma de Vaciamiento realizado solamente si el RBUS muestra anormalidades.
Las Guías recomiendan el RBUS para el rastreo de anormalidades Genitourinarias en niños de 2 a 24 meses con UTIs febriles, sugiriendo una observación atenta. Para el rastreo de Reflujo Vesico-Ureteral de grado alto, con VCUG solamente después de una segunda UTI. El RBUS temprano está recomendado para la identificación de daño al parénquima y uropatía obstructiva asociada con infección, pero es la observación atenta la que sirve de seguimiento al VUR.
El RBUS es una pobre prueba de rastreo para anormalidades GU. El RBUS y el VCUG debieran ser considerados complementarios, pues proveen información importante, pero, diferente.
Artículo escrito por el Dr. Alfredo Sinfuentes
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