Vesícula en porcelana y carcinoma de vesícula: correlación de diagnósticos por imagen y anatomopatológico
Vesícula en porcelana y carcinoma de vesícula: correlación de diagnósticos por imagen y anatomopatológico
El término «vesícula de porcelana» se utilizó por primera vez en 1929 para describir la decoloración azulosa y consistencia quebradiza de la vesícula biliar con extensa calcificación en su pared. Su incidencia está reportada entre 0.06% y 0.8% de las colecistectomías. Aunque su causa es desconocida, se asocia comúnmente con colecistitis crónica y suele afectar a personas en la sexta década de vida, principalmente mujeres con una relación 5:1, y con una fuerte asociación con litiasis vesicular. Clínicamente, los síntomas suelen ser leves, con dolor en hipocondrio derecho.
Diagnóstico
- Radiografía simple: muestra una imagen radioopaca, curvilínea, proyectada en la topografía de la vesícula biliar.
- Ultrasonido: revela una imagen lineal, única, ecogénica, curvilínea que proyecta sombra acústica posterior, generalmente ubicada en el fondo vesicular y que dificulta la visualización del resto de la estructura. Es importante diferenciarla de la triada de WES, donde se observa una línea hipoecoica entre dos líneas ecogénicas correspondientes a la bilis y en la vesícula de porcelana se visualiza una línea ecogénica que corresponde a la pared calcificada.
- Tomografía computada: muestra una imagen de hiperdensidad en anillo a nivel de la vesícula biliar, en el trayecto de la pared vesicular.
Carcinoma de la vesícula biliar: Es la quinta neoplasia maligna más común del tracto digestivo, siendo el tumor maligno más común de la vía biliar. El adenocarcinoma es la estirpe más frecuente. Presenta un pronóstico desfavorable, con una supervivencia a 5 años inferior al 5%. Los factores de riesgo incluyen sexo femenino, edades entre 50 y 70 años, antecedentes de colestasis o diagnóstico previo de pólipos vesiculares. Clínicamente, el cuadro es inespecífico.
Para el diagnóstico del adenocarcinoma vesicular se han identificado tres patrones por USG y TAC: Patrón I (tumor intraluminal >2cm), Patrón II (engrosamiento difuso de la pared) y Patrón III (tumor que ocupa la fosa vesicular).
Objetivo del estudio
El objetivo es correlacionar clínicamente el diagnóstico por imagen de la vesícula de porcelana con el diagnóstico anatomopatológico del carcinoma de vesícula biliar.
Material y métodos
Se realizó un estudio retrospectivo con expedientes de pacientes en quienes se identificó y diagnosticó la vesícula de porcelana por imagen, incluyendo aquellos sometidos a procedimientos quirúrgicos que confirmaron el diagnóstico histopatológico de vesícula de porcelana y cáncer de vesícula. Se excluyeron pacientes sin seguimiento. Se analizaron resultados de USG y TAC de enero 2008 a octubre 2010.
Resultados
De 43 pacientes con diagnóstico por imagen de vesícula de porcelana, se excluyeron 22, quedando un total final de 21 pacientes. El ultrasonido fue la técnica diagnóstica más utilizada, seguida de la TAC, con una relación hombre-mujer de 1:2.5 y una edad promedio de 61.5 años.
Discusión
La colecistitis aguda sigue siendo la afección hepatobiliar más común, siendo en el 95% de los casos secundaria a litiasis vesicular. A pesar de ser una enfermedad rara, la vesícula de porcelana presenta características por imagen que pueden confundir al radiólogo experimentado.
Conclusiones
La identificación de la vesícula de porcelana suele ser incidental, descubriéndose durante estudios de pacientes con otras patologías, en su mayoría neoplásicas. El ultrasonido es el principal método diagnóstico utilizado para la detección de la vesícula de porcelana.
Conclusiones personales: El ultrasonido es una herramienta útil en el diagnóstico de enfermedades de la vesícula biliar, pudiendo complementarse con la TAC para confirmar diagnósticos de vesícula de porcelana y cáncer vesicular.
Artículo escrito por la Dra. Hilda Sánchez
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