Abordaje diagnostico por imagen en patología benigna de la vesícula y vías biliares.
Abordaje diagnóstico por imagen en patología benigna de la vesícula y vías biliares
El objetivo de este artículo es destacar el abordaje diagnóstico por imagen, siendo el ultrasonido el estudio inicial para evaluar a pacientes con patología de la vesícula y las vías biliares. Estas enfermedades afectan a una parte significativa de la población a nivel global.
En Estados Unidos, las personas mayores de 40 años comúnmente presentan esta patología, si bien su prevalencia varía según la edad, el sexo y el grupo étnico.
En un estudio con 123 pacientes se evaluó el ultrasonido como primera herramienta para identificar el árbol biliar y el parénquima hepático.
Existen diversos criterios para diagnosticar las múltiples patologías que pueden encontrarse en esta área.
Litiasis biliar posee 3 criterios:
- Los cálculos son visibles en el ultrasonido como imágenes ecogénicas. (los muy pequeños no generan sombra acústica)
- Pueden estar asociados a sombra acústica
- La movilidad de los cálculos libres flotantes puede demostrarse al mover al paciente
En el caso de la colecistitis no existen criterios ultrasonográficos, pero se pueden observar 3 signos indirectos que deben correlacionarse para confirmar el diagnóstico:
- Síntomas y signos locales
- Signos sistémicos
- Hallazgos por imagen
La colecistitis aguda alitiásica, sin la presencia de cálculos biliares, puede desarrollarse en situaciones de estrés para el organismo, como postoperatorio, quemaduras graves, o insuficiencia sistémica.
La coledocolitiasis se caracteriza por la presencia de cálculos en el árbol biliar, mientras que la colangitis es causada por infección bacteriana en los conductos biliares.
En cualquiera de estas patologías, el ultrasonido es el procedimiento de imagen inicial. Es positivo en un 95% de los pacientes con vías biliares dilatadas, siendo relativamente económico, sensible para detectar cálculos biliares, accesible y rápido para establecer diagnósticos oportunos. Sin embargo, su limitación radica en depender del operador.
Las dimensiones normales de la vesícula biliar son: longitud de 7-11 cm, diámetro de 1.5-4 cm, con una dimensión máxima de 7 cm luego de ayuno superior a 6 horas. Dimensiones mayores deben considerarse indicativas de distensión por inflamación u obstrucción, con un espesor de pared de 3 mm. El colédoco normal mide 4-5 mm.
Ante variaciones en estas dimensiones, se debe buscar la causa: un engrosamiento de pared mayor a 3 mm con signo de Murphy ecográfico positivo y presencia de cálculos sugiere colecistitis aguda en un 90%. Si el engrosamiento no es específico y la estructura de la pared se conserva, se sugiere colecistitis. La ausencia de la luz vesicular se refleja en el signo de WES (sombra acústica correspondiente a un molde calculoso vesicular). El lodo biliar se observa como ecos de baja longitud depositados en la parte más declive de la vesícula, producto de una suspensión de cristales de colesterol, gránulos de bilirrubinato de calcio y otras sales. Una medida colédoco superior a 6 mm indica dilatación ductal.
Por lo tanto, el ultrasonido sigue siendo el método de imagen ideal para evaluar estas patologías en primera instancia, con sus ventajas y desventajas evidenciadas.
Artículo escrito por la Dra. Sara Moreno Araujo
#Ultrasonido #Vesícula #VíasBiliares #Colecistitis #LitiasisBiliar