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Descripción del protocolo de exploración del hígado

La ecografía se basa en la representación gráfica de la reflexión de los ultrasonidos al chocar en los distintos tejidos del organismo. Esto produce una imagen seccional de la zona explorada que es lo que interpretamos.

Como en cualquier técnica es fundamental conocer bien la anatomía y las medidas normales de los distintos órganos para poder realizar correcta y detalladamente la exploración. De esta manera conoceremos la normalidad y con mayor facilidad identificaremos la patología y su localización.

El hígado es un órgano muy accesible, situado en el hipocondrio derecho. Es el órgano sólido más grande del organismo y anatómicamente se divide en dos lóbulos, derecho e izquierdo y en 8 segmentos separados por la venas suprahepáticas. Mide 13-15 cm en su eje longitudinal, medido en la línea media clavicular. Los bordes deben ser regulares y la ecogenicidad homogénea. En el parénquima hepático encontraremos dos tipos de estructuras vasculares visibles, unas con pared claramente hiperecogénica que corresponden a los vasos portales y otras sin pared definida, que corresponden a los vasos suprahepáticos. En condiciones normales la vía biliar intrahepática no se visualiza.

Una vez que tenemos el conocimiento anatómico de la cavidad abdominal, debemos realizar una sistemática de exploración, intentando seguir siempre el mismo orden para evitar dejar zonas sin explorar, y así realizar un examen ecográfico lo más riguroso posible.

El paciente debe acudir con al menos 7 horas de ayuno, para evitar así el gas intestinal y los cambios que se producen en algunos órganos abdominales, como la contracción de la vesícula biliar o el hiperaflujo de sangre al sistema portal.

Lo primero que tenemos que hacer es colocar al paciente correctamente en decúbito supino y despejar bien el abdomen para tener un campo de exploración amplio, tanto en la cara anterior del abdomen como por los flancos.

A continuación pondremos un poco de gel en el abdomen para que el transductor haga un contacto adecuado con la piel y el ultrasonido se propague correctamente.

La sistemática de exploración que planteamos se resume en cortes ecográficos en los que identificaremos distintas estructuras anatómicas, valorando su ecogenicidad, tamaño, y morfología:

Corte longitudinal paramedial izquierdo: visualizamos el lóbulo hepático izquierdo como una estructura triangular y homogénea de bordes bien delimitados. Un poco más caudal y posterior se puede observar una zona más isoecogénica, o algo más ecogénica que el hígado, que corresponde al páncreas, generalmente con una zona anecogénica posterior que es la vena esplénica.

Corte longitudinal paramedial derecho: visualizamos lóbulo hepático izquierdo y páncreas igual que en el corte anterior, y nos aparece otra imagen tubular anecogénica y algo curvilínea que corresponde a la vena cava inferior, visualizándose en ocasiones su entrada en el corazón. Además en este corte nos aparece una imagen redondeada intrahepática, con bordes hiperecogénicos, que corresponde a la vena porta entrando en el hígado, cortada transversalmente.

Corte longitudinal a nivel de la línea media clavicular derecha: observamos parénquima del lóbulo hepático derecho, una estructura anecogénica en forma de pera que corresponde a la vesícula biliar y la vena porta cortada transversalmente.

Corte longitudinal a nivel de la línea axilar derecha: visualizamos el lóbulo hepático derecho, y posterior al mismo, una estructura en forma de alubia que corresponde al riñón derecho, con una parte central hiperecogénica que es el seno renal y la zona periférica más hipoecogénica que corresponde a la corteza. Además visualizamos en la parte más craneal, una línea curvilínea, fuertemente hiperecogénica, que es el diafragma.

Después de realizar este barrido longitudinal por el hipocondrio derecho, cambiamos la sonda a cortes transversales.

Corte transversal en epigastrio superior: tumbando el transductor sobre el abdomen para explorar el corazón y parénquima del lóbulo hepático izquierdo. Si bajamos un poco la sonda, manteniendo un corte alto, observamos lóbulo hepático izquierdo, lóbulo hepático derecho y si oblicuamos un poco el corte veremos la desembocadura de las venas suprahepáticas en la cava, la izquierda, la media y la derecha.

Corte transversal en epigastrio medio: veremos el lóbulo hepático izquierdo e inmediatamente posterior los dos grandes vasos abdominales como dos estructuras anecogénicas redondeadas. A la izquierda de la imagen la cava y a la derecha la aorta, y por debajo de estas una imagen hiperecogénica en forma de teja, con una amplia sombra posterior, que corresponde al cuerpo vertebral.

Corte transversal-oblicuo en hipocondrio derecho: Desplazamos la sonda desde la cara subdiafragmática del lóbulo hepático derecho hacia caudal, visualizando primero la salida de las suprahepáticas, un poco más inferior la porta derecha, un poco más caudal la cava y posteriormente la vesícula y el riñón derecho cortados en transversal.

 

Artículo escrito por  el Dr. Arturo Ruiz Rodriguez/Medico Familiar

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