El estudio ultrasonografico
El estudio ultrasonográfico
El ultrasonido clínico es una herramienta diagnóstica invaluable, segura y no invasiva que no emite radiaciones. Permite evaluar las estructuras anatómicas del paciente diferenciando entre tejidos sólidos y líquidos mediante una escala de grises: los tejidos sólidos se visualizan en tonos de gris a blanco, mientras que los líquidos se muestran en tonos negros.
Esta técnica refleja la energía acústica por las interfaces del organismo, siendo esencial para obtener imágenes precisas. Es crucial contar con conocimientos anatómicos y destreza para interpretar los ultrasonidos de forma acertada y evitar posibles errores. Además, el ultrasonido es una opción económica y valiosa en la evaluación abdominal, permitiendo examinar órganos como el hígado, vesícula, páncreas, riñones, útero, vejiga y próstata, así como en obstetricia para controlar el desarrollo fetal y detectar posibles anomalías.
Los médicos capacitados en ultrasonografía brindan una atención más fiable y precisa a sus pacientes, demostrando un mayor nivel de profesionalismo en su ejercicio diario.
Para obtener y procesar los datos de la ecografía, es fundamental controlar diversas variables, muchas de las cuales dependen directamente del operador. Por tanto, el médico especializado en ultrasonido debe dominar los métodos de adquisición de datos, la teoría y el manejo del equipamiento para generar, representar y almacenar la información acústica recopilada durante las exploraciones clínicas. La diferenciación de los tejidos se logra gracias a la impedancia acústica de los mismos, permitiendo al especialista distinguir entre diferentes tejidos y sus posibles anomalías.
Equipo y material
El conocimiento sobre el funcionamiento del ecógrafo es tan esencial como el conocimiento médico mismo. Si no se utiliza correctamente el equipo, la calidad e interpretación de las imágenes puede ser insuficiente para un diagnóstico preciso, afectando al paciente y al profesional. Por lo tanto, es crucial dominar la operatividad y aplicaciones de los controles del ecógrafo como parte del entrenamiento del médico especializado en ultrasonido.
Los equipos de ultrasonido cuentan con una variedad de controles, como teclas de software, teclado alfanumérico para introducir datos del paciente, panel de control para activar diferentes modos de exploración (M, B, M/B, B/B, Doppler color, Doppler potencia, entre otros), así como para ajustar parámetros de transmisión de frecuencia, posición de foco, profundidad, zoom, etc.
La mayoría de los equipos poseen un PC interno, por lo que apagarlo durante el estudio puede resultar en la pérdida de la información recopilada.
Las ganancias se utilizan para ajustar el brillo y contraste de la imagen, controlando el nivel de amplificación de la señal a una determinada profundidad, siendo automático en algunos equipos.
Las teclas de profundidad y frecuencia permiten modificar la cantidad de imágenes por segundo para mejorar la resolución o la penetración.
El aumento del número de puntos focales mejora la resolución de la imagen aunque reduce el barrido.
El Doppler color representa los cambios de frecuencia en un espectro de colores, codificando información sobre la velocidad y dirección del flujo sanguíneo.
La función de congelar permite fijar la imagen del órgano en estudio para realizar mediciones, anotaciones y señalamientos mediante el uso del trackball que posiciona el cursor para seleccionar funciones o realizar mediciones.
Otras teclas importantes son las de guardar e imprimir.
Se emplean diversos tipos de transductores para obtener imágenes en tiempo real, como los convexos, lineales, endocavitarios, multifrecuencia (para 3D y 4D) o sectoriales.
Artículo escrito por la Dra. Monica Rosalina Cepeda Martinez
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