Manejo no operatorio del trauma hepático contuso severo.
El manejo actual del trauma hepático por contusión abdominal severa ha evolucionado en las últimas dos décadas hacia un enfoque conservador en el tratamiento de las lesiones en órganos intraabdominales. Anteriormente, la laparotomía exploratoria se utilizaba para lograr la hemostasia en el hígado, con altas tasas de mortalidad o con hemostasia ya alcanzada al momento de la cirugía. En la actualidad, el manejo de este tipo de trauma, con presencia de sangre en la cavidad abdominal confirmada por estudios como ultrasonido y tomografía, permite un enfoque conservador y no quirúrgico cuando el paciente se encuentra hemodinámicamente estable.
Cuadro AAST* Escala de lesión de órganos (OIS)**.
- Grado I: Hematoma subcapsular <10% superficie no expansivo.
- Laceración: Desgarro de la cápsula sin sangrado < 1 cm de profundidad.
- Grado II: Hematoma subcapsular 10-50% de la superficie no expansivo.
- Laceración: Desgarro escapular con sangrado activo 1-3 cm de profundidad.
- Grado III: Hematoma subcapsular > 50 % de la superficie.
- Laceración: > 3 cm de profundidad.
- Grado IV: Hematoma, ruptura de hematoma parenquimatoso.
- Laceración: Disrupción parenquimatosa 25-75% de un lóbulo hepático o 1-3 segmentos de Coinaud.
- Grado V: Laceración, disrupción parenquimatosa > 75% de un lóbulo hepático o > 1-3 segmentos de Coinaud. Vascular: T. Venoso yuxtahepático.
- Grado VI: Vascular, avulsión hepática.
Se describe el caso de un paciente masculino de 19 años con contusión abdominal que desarrolla pérdida temporal de la conciencia. Tras ser manejado con analgésicos e antiinflamatorios en varios centros de salud, se detectan alteraciones en pruebas de función hepática, anemia normocítica normocrómica y desviación a la izquierda en leucocitos. El ultrasonido abdominal revela laceración hepática y líquido libre en cavidad abdominal. Tras ser hospitalizado por anemia grave y recibir transfusiones sanguíneas para estabilizarse hemodinámicamente, se monitorea con tomografía computada y ultrasonido hasta la disminución del hematoma parenquimatoso.
CONCLUSIÓN.
Los avances en estudios de gabinete como el ultrasonido bidimensional o tridimensional y la tomografía axial computada, con o sin medio de contraste, permiten un mejor manejo de los pacientes con trauma hepático, siendo métodos no invasivos y seguros en cuanto a radiación. Estas herramientas brindan un diagnóstico preciso y certero para un enfoque terapéutico adecuado.
Artículo escrito por el Dr. Vicente Estudillo
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