Patología más frecuentes del hígado
Patologías más frecuentes del hígado
La ultrasonografía es un método diagnóstico que permite evaluar las diferentes estructuras anatómicas del paciente, en general sin la utilización de medios de contraste.
Es un método no invasivo que permite diferenciar las estructuras sólidas de las estructuras líquidas en función de su escala de grises. En general, los tejidos sólidos adquieren una tonalidad gris en las imágenes de ultrasonografía y los líquidos tonalidad negra.
Esto permite la diferenciación directa de los tejidos sin el uso de medios de contraste, lo cual otorga gran utilidad al procedimiento ya que no es invasivo y permite la evaluación de diferentes estructuras anatómicas. Es especialmente útil en la exploración del abdomen.
Se ha dicho que la ultrasonografía es el estetoscopio moderno. Dentro del arsenal de imagenología, la ultrasonografía es un método diagnóstico relativamente económico que permite su aplicación general.
Es muy valiosa en la exploración abdominal permitiendo la evaluación del hígado, vesícula, vías biliares, páncreas, bazo, riñones, la vejiga urinaria así como la próstata en el hombre, el útero y los ovarios en la mujer, etc., por lo cual es de suma utilidad.
En el área de urgencias, en los hospitales, permite diagnosticar de manera rápida el tipo de patología de los pacientes que ingresan permitiendo su clasificación para la hospitalización correcta en las salas correspondientes.
El costo de los aparatos de ultrasonografía, como se menciona, es relativamente accesible en comparación con los otros equipos que se utilizan en Imagenología. El entrenamiento de los médicos es, sin embargo, relativamente lento y amerita asesoría por profesores experimentados.
La dificultad estriba en que es un método operador-dependiente ya que la información se obtiene de la integración del movimiento del transductor y la comprensión de la ubicación espacial de los tejidos por el operador (estereognosia).
Los médicos que son capaces de realizar diagnósticos por ultrasonografía, se ven favorecidos con una rápida y correcta evaluación de los padecimientos con diagnósticos tempranos y tratamientos oportunos lo cual evita complicaciones y evita gastos innecesarios a los pacientes. La ultrasonografía es pues, un método diagnóstico que debe estar al alcance de los médicos en general para realizar una actuación profesional satisfactoria.
El método diagnóstico de la ultrasonografía está basado en la producción de ondas que se transmiten en el cuerpo humano para poder formar imágenes según la velocidad de estas ondas y según su reflexión en las diferentes interfases constituidas por los tejidos del cuerpo humano.
Por esta razón es menester analizar el movimiento ondulatorio que constituye la piedra angular de la ultrasonografía.
Una onda puede considerarse una perturbación que se propaga en un medio desde un punto a otro sin que en dicho medio, en conjunto, exista algún desplazamiento.
Una de las patologías más frecuentes es el hígado graso no alcohólico, es en la actualidad la principal causa de enfermedad hepática crónica con una prevalencia mundial entre 2.8% y 46%, pudiendo presentarse desde una esteatosis o bien con inflamación y daño al hepatocito o esteatohepatitis, sus manifestaciones más severas son la cirrosis hepática, el hepatocarcinoma o la insuficiencia hepática, siendo el síndrome metabólico un importante predictor de HGNA.
En un estudio que se realizó se estudiaron 1006 sujetos, de los cuales se identificaron 198 con síndrome metabólico a los que se invitó a participar en el estudio, con una muestra final de 193.
Para detectar hígado graso se realizó un ultrasonido abdominal, con un solo operador certificado. Los estudios se realizaron con un ultrasonido marca Siemens, modelo Sono line versa plus, con transductor sectorial, electrónico, multifrecuencia de 3 a 5 MHz. El estudio se realizó en tiempo real, en escala de grises. Con el paciente en decúbito dorsal se aplicó gel para mejorar la transmisión del sonido, se observaron el lóbulo hepático derecho, el izquierdo y el caudado evaluando tamaño, ecogenicidad y bordes del hígado. El grado de severidad del hígado graso se clasificó de acuerdo con los siguientes criterios:
Leve: Mínimo aumento difuso de la ecogenicidad hepática.
Moderado: Moderado aumento difuso de la ecogenicidad hepática.
Severo: Marcado aumento en la ecogenicidad, pobre penetración del segmento posterior del lóbulo hepático derecho y pobre o nula visualización de los vasos hepáticos y del diafragma.
De los 193 pacientes, 122 fueron varones (63.2%) y 71 mujeres (36.8%). La edad osciló de los 18 a 70 años con una media de 45 años.
La prevalencia de hígado graso fue de 82.9%, siendo mayor en hombres (86.9%) que en mujeres (76.1%) con un IC de 95%. No hubo diferencias en las prevalencias de hígado graso por edad.
De acuerdo a los resultados por severidad de hígado graso: Leve (52.3%), moderada (22.3%) y solo 16 pacientes (8.3%) tuvieron un grado grave.
En cinco participantes (82.5%) hubo otros hallazgos ultrasonográficos como litiasis vesicular (3), hepatomegalia (1) y esplenomegalia (1), todos ellos sin síntomas.
Este estudio es interesante porque muestra que es alta la frecuencia de hígado graso en individuos con síndrome metabólico y porque está relacionado con la ultrasonografía, siendo el método por el cual se diagnostican los grados de hígado graso.
Artículo escrito por el Dr. Chávez Sánchez Alejo