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Seudoquiste esplénico: una entidad poco frecuente

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Resumen

Las lesiones quísticas del bazo son poco frecuentes y, según su origen y aspecto histológico, pueden clasificarse en quistes verdaderos y quistes secundarios o seudoquistes. En general, se considera que los seudoquistes son resultado de traumatismos, infección o infartos esplénicos. Su presentación clínica es variable: pueden ser asintomáticos o causar síntomas por compresión de órganos vecinos.

Si bien se trata de una lesión benigna, a menudo el hecho de que sea una lesión tumoral que comprime órganos vecinos en el hipocondrio izquierdo puede llevar a sospechar lesiones neoplásicas malignas como linfomas esplénicos, tumoraciones abdominales provenientes del colon y/o mesenterio, e incluso lesiones renales.

El presente trabajo describe un seudoquiste esplénico en una paciente de 14 años de edad, el cual se manifestó por dolor abdominal y una tumoración en hipocondrio izquierdo con antecedentes de traumatismo abdominal.

El ultrasonido abdominal reveló la presencia de una lesión quística al parecer dependiente del bazo. La tomografía computarizada de abdomen evidenció una lesión de aspecto quístico de 12 x 10 x 8 cm en el polo superior esplénico. Se realizó una laparotomía exploradora. Se efectuó la esplenectomía. La evolución posoperatoria fue satisfactoria.

Los quistes esplénicos no parasitarios se clasifican con base en su origen y la presencia de epitelio de revestimiento o no. Los denominados quistes verdaderos tienen origen congénito y muestran epitelio de revestimiento, el cual suele ser plano estratificado; los llamados quistes falsos o seudoquistes tienen origen postraumático y carecen de epitelio de revestimiento, las lesiones quísticas esplénicas son más frecuentes en pacientes femeninas, en edades pediátricas, las lesiones quísticas en bazo son poco comunes y pueden representar hasta 13% de los casos.

Los síntomas de los seudoquistes pueden consistir en dolor abdominal, bazo palpable posiblemente sensible, dolor gastrointestinal inespecífico y en hombro izquierdo. También pueden ser asintomáticos y contar sólo con el antecedente de una caída, como en este caso.

En los quistes esplénicos no parasitarios, el ultrasonido abdominal suele demostrar una masa anecoica bien delimitada y es importante descartar la presencia de una lesión quística en el riñón izquierdo. El aspecto tomográfico de estas lesiones es unilocular, con baja atenuación y paredes delgadas casi imperceptibles; no hay reforzamiento con la aplicación del medio de contraste. Si bien los estudios de imagen no permiten distinguir si se trata de un quiste verdadero o un seudoquiste, este último puede tener algunas características, como tamaño pequeño y pequeñas calcificaciones en la pared.

El diagnóstico diferencial por imagen de los quistes esplénicos debe realizarse con otras lesiones quísticas que se localizan en el abdomen, como el quiste mesentérico, quiste simple de riñón izquierdo y lesiones de glándula suprarrenal, ovario e hígado. Los quistes esplénicos verdaderos y los seudoquistes son de aspecto macroscópico similar: la pared es blanca o blanca grisácea y muestra trabeculaciones fibrosas; el líquido contenido varía desde seroso y claro hasta viscoso y turbio de color café rojizo.                                           Al examen microscópico, los seudoquistes muestran una pared fibrosa gruesa en la que es posible observar ocasionales micro-calcificaciones; la luz del quiste contiene macrófagos con hemosiderina, lo que demuestra su origen traumático. Es importante estudiar la pared del quiste con múltiples cortes para descartar la presencia de revestimiento epitelial.

El tratamiento quirúrgico de las lesiones quísticas del bazo resulta controversial; si bien la esplenectomía suele considerarse el tratamiento estándar, hasta 1% de estos pacientes puede presentar sepsis postesplenectomía. Se cree que la preservación de por lo menos 25% del parénquima esplénico disminuye de modo significativo la probabilidad de procesos infecciosos sistémicos como bacteriemia.

En México existen sólo dos reportes de seudoquistes esplénicos. El primero lo informó Rodríguez Paz en 2004 en un joven de 18 años de edad con antecedente de caída de 3 m de altura.  El segundo lo describió Beauregard-Ponce en 2006 en un hombre de 37 años con antecedente de un accidente automovilístico 12 años antes del diagnóstico.  Como en esos casos, el antecedente de traumatismo y los hallazgos histopatológicos fueron fundamentales en el diagnóstico como el que aquí se presenta.

En conclusión, los seudoquistes esplénicos son lesiones muy raras que deben considerarse en el diagnóstico diferencial de tumoraciones abdominales en la región del hipocondrio izquierdo ante el antecedente de traumatismo abdominal.

Comentario

Aun cuando se sabe que los pseudoquistes esplénicos son raros, debemos tenerlo en cuenta  al encontrar una lesión en el hipocondrio izquierdo tenemos además la obligación de descartar esta patología ya que puede confundirse con  tumoraciones que pueden tener origen en otros órganos como hígado, riñón, ovarios, etc. en el presente artículo tenemos como antecedente importante el traumatismo previo al inicio de la sintomatología, aunque tuvo que pasar un tiempo para que  la paciente a buscar ayuda médica (hasta que noto la tumoración). Debido a que el estudio ultrasonográfico es un estudio accesible y de gran acierto en este tipo de exploraciones tiene una primera indicación así como la tomografía abdominal para el diagnóstico de estas lesiones, así como para la realización del tratamiento quirúrgico.

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