Ultrasonido tiroideo en pacientes pediátricos, con diagnóstico clínico de tiroiditis de Hashimoto
La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad que afecta más comúnmente a la población adulta; sin embargo, en los últimos años se ha observado un aumento significativo de su incidencia en niños y adolescentes, especialmente en Europa y Estados Unidos. En el Hospital Infantil de México, se ha registrado un incremento notable en la incidencia de esta enfermedad, lo que ha llevado a un aumento en la realización de ultrasonidos tiroideos en pacientes pediátricos con diagnóstico clínico de tiroiditis de Hashimoto.
El objetivo principal de esta investigación es correlacionar los hallazgos clínicos y de laboratorio con los resultados de la exploración ecográfica de la glándula tiroides en estos pacientes pediátricos, además de dar a conocer la incidencia y severidad de la enfermedad según la edad y el sexo.
La tiroides se desarrolla a partir de los 24 días de gestación, adquiriendo su forma y posición definitiva alrededor de la séptima semana. A partir de la semana 12, la glándula ya comienza a sintetizar las hormonas T3 y T4.
Las enfermedades tiroideas son comunes en la población pediátrica, representando aproximadamente el 3.7% de las enfermedades en adolescentes de 11 a 18 años.
La tiroiditis de Hashimoto, también conocida como tiroiditis autoinmune crónica, es la forma más común de enfermedad inflamatoria tiroidea. Se caracteriza por un proceso inflamatorio crónico en la glándula tiroides mediado por factores autoinmunes, siendo una causa frecuente de bocio y hipotiroidismo en niños y adolescentes. Aunque es poco común antes de los 4 años, suele afectar a la población escolar y adolescente, con una relación hombre-mujer de 4 a 7.1.
Los hallazgos en el ultrasonido suelen incluir un aumento de tamaño de la glándula con heterogeneidad difusa y predominio de hipoecogenicidad, además de la presencia de múltiples micronódulos hipoecoicos con diferentes características. Algunos nódulos pueden mostrar sospecha de malignidad, especialmente si son sólidos y bien delimitados, asociándose con carcinoma papilar de tiroides en un porcentaje significativo de casos.
En un estudio que analizó 64 casos de pacientes pediátricos con tiroiditis de Hashimoto, se encontró una alta prevalencia de nódulos tiroideos, con características ecográficas variables, destacando la presencia de microcalcificaciones y patrones de vascularidad particulares.
En resumen, el ultrasonido tiroideo es una herramienta valiosa en el manejo de pacientes pediátricos con tiroiditis de Hashimoto, permitiendo una evaluación detallada de los cambios estructurales en la glándula tiroides y la detección temprana de posibles complicaciones.
Artículo escrito por el Dr. Victorino D. Mimbrera Rodríguez
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