Un planteamiento práctico para la restricción del crecimiento fetal
Un planteamiento práctico para la restricción del crecimiento fetal
La restricción del crecimiento fetal es un problema complejo desde su diagnóstico hasta determinar el manejo prenatal y el momento óptimo para el parto. Es sinónimo del término restricción del crecimiento intrauterino. En la actualidad, se define como un peso fetal estimado menor al 10º percentil para la edad gestacional. Existe menos consenso sobre la frecuencia con la cual controlar estos embarazos (si se debe utilizar pruebas prenatales para el monitoreo fetal) y cuándo llevar a cabo el parto.
La presencia de restricción del crecimiento fetal se asocia a una mayor mortalidad y morbilidad perinatal. Una restricción del crecimiento más grave resulta en un mayor riesgo de peores efectos perinatales. Desde la perspectiva del resultado neonatal, la edad gestacional en la que se presenta la restricción del crecimiento es crucial. Entre los recién nacidos prematuros con menos de 37 semanas de gestación, no hay un peso al nacer específico en el cual la tasa de mortalidad y morbilidad aumenten. En los embarazos a término (37 semanas o más), la mortalidad neonatal aumenta significativamente cuando el peso está por debajo del tercer percentil (mortalidad neonatal=0.3% frente a 0.03% en los que crecieron normalmente, P<0.001). Los recién nacidos entre las semanas 32 y 42 de gestación, con un peso al nacer por debajo del 10º percentil, tienen de cuatro a seis veces más probabilidades de sufrir parálisis cerebral que los que crecieron normalmente.
Es recomendable realizar un examen de crecimiento fetal en la semana 32 de gestación o en embarazos complicados con proteinuria mayor al percentil 2.5 o con aumento inexplicable de alfafetoproteína en el suero materno de más de 2.0 múltiplos de la mediana. Si el ultrasonido de seguimiento del crecimiento fetal muestra un peso estimado superior al 10º percentil, se puede reanudar la atención prenatal de rutina.
La arteria umbilical única identificada por ultrasonido es la anomalía congénita más común del cordón umbilical, con una prevalencia que varía de 0.2% a 11%, dependiendo de la población. Los neonatos con arteria umbilical única presentan tasas más altas de restricción del crecimiento (10.9% frente a 25%) y peso fetal estimado menor al percentil 10 (odds ratio 2.23; IC 95% 1.84-2.69).
Existen varias herramientas disponibles para el diagnóstico de la restricción del crecimiento fetal. La estimación clínica del peso basada en la medición de la altura del fondo uterino en centímetros está bien establecida en mujeres de bajo riesgo y peso normal. Sin embargo, es menos precisa para fetos con un peso inferior a 2500 gramos. La detección de restricción del crecimiento fetal basada en el examen clínico tiene una sensibilidad que varía entre menos del 35% y 86%, con una especificidad del 96%. Una discrepancia de más de 4 cm respecto a la altura esperada por la edad gestacional sugiere la presencia de restricción del crecimiento fetal.
Comentarios:
La restricción del crecimiento fetal está en aumento debido a factores de riesgo como la edad materna y la obesidad. Un peso fetal estimado por debajo del percentil 10 o una circunferencia abdominal inferior al percentil 5 tienen buena sensibilidad. Las pruebas prenatales incluyendo la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal, el perfil biofísico y las evaluaciones Doppler deben combinarse para evaluar la condición fetal. En caso de anormalidades en las pruebas y en el Doppler, se indica el parto oportuno. Los cambios exclusivos en la arteria umbilical en el Doppler no requieren cesárea, especialmente en fetos prematuros.
Artículo escrito por el Dr. Daniel Nava García
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